Salud, alimentación, ropas, juguetes adecuados… son solo algunos de los principales factores que nos inundan de interrogantes con nuestro bebé. ¿Cómo darle el pecho, cuando introducir el biberón, por qué come tan poco y por qué no deja de lactar?

Son tantas preguntas y tan poco tiempo. Aquí te van algunos consejos acerca de las razones de que tu bebé no se despega de tu pecho y quiere comer cada media hora.

 

Una etapa de crecimiento normal en el bebé

Las primeras semanas pueden ser complicadas para la mamá, pues debe pasarse todo el tiempo atenta al bebé y acostumbrándose a la nueva rutina. En este momento estamos pendientes de cada movimiento de nuestro niño y nos cuestionamos todo, por eso un súbito incremento del apetito siempre nos pone a pensar en las posibles razones.

El incremento del apetito de tu bebé es algo normal, sobre todo en las primeras semanas luego del nacimiento. Esta es una etapa de crecimiento y el recién nacido necesita alimentarse constantemente.

No le niegues el pecho si tiene hambre no importa si es con frecuencia. Si el tiempo es lo que te preocupa porque tienes tareas que hacer en la casa, intenta organizar tu día en dependencia de los horarios de alimentación de tu bebé.

No siempre que tu bebé llore por el pecho significa que tiene hambre. La lactancia crea un vínculo especial entre el niño y la madre y en ocasiones tu bebé lo único que quiere es sentir tu piel, tu calor y tu olor. En algunas ocasiones, si tu bebé ya es un poco mayor, la succión del pecho lo puede ayudar a aliviar la presión de sus encías de sus nuevos dientecitos y por eso prefiere lactar cada poco tiempo.

Lactar no es malo para tu bebé, pues la leche materna le ofrece los nutrientes necesarios para su crecimiento correcto, además de fortalecer su sistema inmune. Disfruta estos momentos que te permiten reposar y crear vínculos más profundos con tu bebé.